Monday, July 02, 2007

Seminario de Agricultura ante el 2008


Asistí, con Bernardino Hernández, agricultor orgánico de San Andrés Larraínzar, al Seminario “Agricultura y el Campo Mexicano ante el 2008”, convocado por el Centro de Desarrollo Rural Sustentable y Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) y CIESAS, entre otras instituciones académicas. En la primera sesión, se presentaron tres ponencias magistrales.

Luís de la Calle, Director General de la Empresa de la Calle Madrazo Mancera, A.C., empezó el día con las declaraciones más retrógradas de todo el seminario, al celebrar en alta voz los aspectos más negros de las transformaciones agroalimentarias de las últimas décadas. Señaló, por ejemplo, que ha disminuido el consumo de frijol en México, para ser reemplazado con un aumento exagerado en el consumo de los productos cárnicos. Los precios de carne de pollo y puerco han bajados dramáticamente en las últimas décadas. Dijo que esto se debía a los “avances tecnológicos en la producción”, en referencia a las enormes “fábricas” en donde los pollos y los puercos se crían bajo condiciones insalubres. Sí, estas fábricas han logrado bajar el precio de la carne, sobre todo ahora que alimentan con granos transgénicos subsidiados de los EUA, bajo las condiciones establecidas por el TLCAN. En 2008, se quitan las últimas restricciones a la importación de granos. Pero ¿a que costo estos ‘avances’?. La condiciones de los enormes confinamientos animales, que se generalizaron en el mundo durante los últimos 20 a 30 años, han provocado, por ejemplo, el surgimiento del gripe aviar de alta patogenicidad en Asia, que amenaza convertirse en pandemia (Greger 2006). ¿Y la calidad de la carne barata? ¿Qué costo para la salud de los mexicanos? El cuadro que pinta Luís de la Calle de los nuevos hábitos culinarios de los mexicanos es la fórmula demostrada en muchos estudios para provocar “el síndrome metabólico”: la obesidad, la diabetes y las enfermedades degenerativas crónicas de las sociedades modernas (Campbell y Campbell 2006). El ponente nos dio la pista para entender porque la diabetes ya es la causa numero uno de muerte en México.

Pero de nada de eso habló Luís de la Calle. Anunció, al contrario, que México ahora está en condiciones de exportar estos alimentos (y otros como ensaladas prerreparadas y embolsadas) a los EUA y de convertirse en…¡la cocina de los Estado Unidos! (juro que eso dijo, hay testigos). Tal vez pensaba en las cocinas tradicionales mexicanos que se construían en el traspatio, y como ya hay experiencia de ser el traspatio de EUA, tal vez no sería tan extraño convertirse en la cocina. Mejor cocina que basurero… Sin embargo, parece que alguien se olvidó de informarle a don Luís que los estadounidenses empiezan a tomar conciencia de sus graves problemas de obesidad etc. (ver la película “Supersize Me”). Y empiezan a dejar atrás esta dieta del pollo barato, grasas rancias y alimentos procesados. ¿Por qué es que los que buscan ‘el desarrollo’ de México en las exportaciones los EUA siempre andan unos años atrasados? Como bien observó la moderadora de la mesa de Maíz, Kristen Appendini ¿Qué tal si nos convertimos primero en la cocina mexicana?

En segundo lugar, presentó Fernando Rello. Siendo economista le podemos, si no perdonar, por lo menos tener compasión. Fernando nos quiso advertir que no todos los problemas de la agricultura y el campo mexicano se pueden achacar a “la globalización”, sino que hay problemas estructurales agrarias que son “anteriores a la globalización” (o sea, supongo, anteriores a la reciente apertura comercial). Pero si entendemos que el TLCAN y las últimas invasiones de los productos de EUA, Europa, China etc., no es más que la más reciente etapa de la consolidación de la economía-mundo capitalista, entonces esta declaración es algo confusa. ¿Dónde tienen sus orígenes los ‘problemas estructurales’ del agro mexicano en la historia? ¿Con la Conquista, que creó la sociedad dual de españoles e indígenas a la hora que México fue incorporado a fuerza en la nueva economía capitalista en formación, (Wallerstein 2003)? ¿Durante el período colonial cuando los reyes de España dictaban las leyes y repartían las Encomiendas y la Haciendas? ¿Durante la Independencia cuando EUA quitó la tercera parte del territorio e invadió al país 6 veces? ¿O cuando? La verdad es que se equivoca Fernando Rello cuando dice que “las causas de la estructura agraria no se deben a la inserción en la mundalización”—al contrario, precisamente a eso se deben históricamente.

Otra declaración sorprendente y equivocada de Fernando Rello se refiere al ‘minifundismo’, que el economista define como predios agrícolas de menos de 5 hectáreas. Nos asegura que sus estudios demuestras que para estas parcelas “no hay salida agropecuaria”. Esta noción es contradicha por un estudio reciente en el cual participó CIESAS, que demuestra que, no sólo hay tal salida, sino que los campesinos de 52 países, incluyendo a México, ya lo han puesto en práctica en cientos de miles de hectáreas y en parcelas de menos de 5 has (Pretty, Morison, y Hine 2003). En realidad, cinco hectáreas de buena tierra es mucha tierra, suficiente para garantizar una vida digna de una familia si es manejada con cultura e inteligencia y si los campesinos reciben el apoyo necesario de la sociedad que alimentan.

La tercera ponencia salvó la situación al resultar, aunque de nivel muy general, extremadamente reveladora. Cynthia Hewitt de Alcántara nos advirtió evitar discusiones inútiles al no caer en una serie de trampas conceptuales comunes en la discusión de las políticas públicas en la época neoliberal. Una primera trampa es la extrema simplificación que implica los modelos que afirma la aplicación de fórmulas ‘un tamaño para todos’ para los retos económicos de los países. Estas simplificaciones se basan en otra trampa que son las dicotomías ‘blanco y negro’, mercado vs. estado, sector privado vs. sector público etc. Otra trampa fatal es concebir todo problema del campo como un de ‘pobreza’—que reduce la vida de campo a una de marginación y miseria, pasando por alto su historia, su rica cultura ecológica y sus valores.

Sin embargo, la revelación más extraordinaria del día vino mas tarde, en la mesa sobre el maíz, cuando el CNC informó que había firmado un “convenio privado” con Monsanto para crear un banco de germoplasma del maíz mexicano y, por supuesto, sembrar maíz transgénico en los campos de sus socios. Esta noticia, por lo menos la fue para algunos de nosotros, causó gran revelo y debate que por cuestiones de tiempo tuvo que ser cortado por los moderadores del evento. Sin embargo se pudo vislumbrar algo del esquema. Basándose en la nueva ‘Ley Monsanto’ (a.k.a. Ley de Bioseguridad), la empresa daría dinero para investigación para determinar, de una vez por todas, las zonas que se podrán declarar cono “libres de transgénicos”. Quiere decir que por ley, fuera de estas zonas declaradas, nada se puede hacer para parar el avance de los productos transgénicos de Monsanto. (Continuará…)

BIBLIOGRAFIA

CAMPBELL, T. C., and T. M. CAMPBELL. 2006. The China Study. Dallas, Tx: Benbella Books.

GREGER, M. 2006. Bird Flu: A Virus of Our Own Hatching. New York: Lantern Books.

PRETTY, J., R. E. MORISON, and R. HINE. 2003. Reducing food poverty by increasing agricultural sustainability in developing countries. Agriculture, Ecosystems and Environment 95:217-234.

WALLERSTEIN, I. 2003. El moderno sistema mundial: La agricultura capitalista y los orígenes de la economía-mundo europea en el Siglo XVI, Décima edition. Vol. I. Mexico: Siglo XXI.